El pan de jamón es un icónico y delicioso platillo de la gastronomía venezolana que ha sido parte fundamental de las festividades navideñas durante décadas.
Pero ¿Cómo surgió el pan de jamón?
Su historia es un reflejo de la rica mezcla cultural de Venezuela y la capacidad que tuvieron, sobre todo las amas de casa, de fusionar influencias culinarias de varios países.
La historia del pan de jamón se remonta al año de 1905, en épocas navideñas, cuando, en Caracas, específicamente en la panadería Ramella, se comenzó a vender un pan con clavos de olor, piña y jamón. Lucas Ramella sería el creador de este delicioso pan.
Fue allí donde se introdujo la idea de combinar el pan relleno con jamón e ingredientes dulces. A partir del año siguiente, otras panaderías intentaron imitar el mismo pan. En años posteriores se integrarían ingredientes como las aceitunas y uvas pasas hasta llegar a la receta que hoy conocemos.
Esta combinación de sabores salados y dulces pronto se convirtió en una tradición navideña popular en el país.
¿Cómo se prepara el pan de jamón?
A lo largo de los años, el pan de jamón se ha transformado en un plato esencial en la mesa navideña venezolana.
Cada familia puede tener su propia variante de la receta, adaptando los ingredientes y las proporciones según sus preferencias, pero hay quienes defienden la receta más tradicional y apuntan que, si existe una variante, como la masa de hojaldre o queso crema, debe llamarse por otro nombre y no “pan de jamón”.
Sobre su preparación, básicamente, la masa se extiende en forma rectangular y se rellena con jamón ahumado, tocineta, aceitunas, pasas y una mezcla de papelón que hace una especie de sirope. Luego, se enrolla en forma tubular y se hornea hasta que adquiera un tono dorado y crujiente por fuera. Algunas personas barnizan el pan con esa misma mezcla de papelón, con mantequilla o huevo para darles brillo.
Esta es una versión clásica de la receta:
Ingredientes:
– 500 gr de harina de trigo
– 10 gr de sal
– 50 gr de azúcar
– 30 gr de mantequilla
– 25 gr de levadura fresca
– 3/4 de taza de leche tibia
– 2 huevos
– 150 gr de jamón ahumado
– 100 gr de tocineta
– 100 gr de aceitunas verdes o negras sin hueso
– 100 gr de pasas
– 1/4 de taza de margarina derretida o melado de papelón para barnizar.
Para el melado de papelón, coloca en agua un trozo de papelón y déjalo cocinar a fuego medio hasta obtener una textura melosa.
Instrucciones:
1. En un recipiente, mezcla la levadura con una cucharadita de azúcar y un poco de leche tibia. Deja reposar hasta que la levadura se active y comience a burbujear.
2. En un bol grande, mezcla la harina, el azúcar y la sal. Agrega la levadura activada, la mantequilla derretida, los huevos y la leche tibia. Amasa hasta obtener una masa suave y elástica. Cubre la masa con un paño húmedo y deja reposar en un lugar cálido hasta que duplique su tamaño.
3. Mientras la masa reposa, prepara el relleno.
4. Una vez que la masa haya duplicado su tamaño, divídela en dos partes iguales y estíralas en forma rectangular sobre una superficie enharinada. Debes cortar el borde inferior del rectandulo a modo de tiras, que serán las que utilices para adornar el pan y se establezcan las divisiones de las rodajas (ver foto más abajo).
5. Distribuye la mitad del relleno sobre cada una de las masas estiradas. Empieza por poner las aceitunas casi en el borde superior y cúbrelas con la masa, luego agrega las lonjas de jamón (no importa si sobresalen de la masa), la tocineta y pasas sobre éstas, luego, añade en la cantidad de tu preferencia, el sirope de papelón.
6. Enrolla cada masa en forma de tubo. Coloca los rollos en una bandeja grande y cúbrelos con una bolsa de plástico.
7. Deja que los panes reposen y vuelvan a duplicar su tamaño. Esto tomará aproximadamente una hora.
8. Precalienta el horno a 180°C (350°F). Pinta la superficie de los panes con la margarina derretida, y si quieres, con lo que quedó de la mezcla de papelón.
9. Hornea los panes en el horno precalentado durante 30-35 minutos, o hasta que estén dorados y suenen huecos al golpear la parte inferior.
¿Lo mejor de la gastronomía navideña venezolana?
Más allá de su sabor exquisito, el pan de jamón tiene un significado cultural profundo en Venezuela. Se ha convertido en un símbolo de la unión familiar y la tradición, ya que su elaboración a menudo involucra a toda la familia, desde la preparación de la masa hasta el relleno y el horneado.
Pero, no quiere decir que el pan de jamón no sea un producto totalmente comercial: en muchos establecimientos se vende este pan durante todo diciembre.
Y es que, también es una muestra de la diversidad cultural de Venezuela, ya que combina influencias portuguesas, españolas y locales en una deliciosa fusión.
En las fiestas navideñas, el pan de jamón es un elemento imprescindible en las celebraciones. Se sirve en cenas, almuerzos y eventos sociales, y se comparte entre amigos y seres queridos. Su aroma y sabor característicos llenan los hogares venezolanos, generando un ambiente de alegría.